El cielu por asaltu

Recuperar la dignidá, recuperar la llucha. Documentos pa la hestoria del movimientu obreru y la clase obrera n'Asturies.

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domingo, febrero 25, 2007

Acracio Bartolomé Díaz

Acracio Bartolomé Díaz nació en Gijón en diciembre de 1901, en el seno de una familia de libertarios. Empezó a trabajar a los 11 años en la fábrica de vidrios La Industria, al tiempo que asistía a la escuela del maestro del anarquismo gijonés Eleuterio Quintanilla. Muy joven se afilió a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), y durante la dictadura de Primo de Rivera, en 1923, era ya uno de los principales activistas del anarcosindicalismo asturiano. Ingresó también en la Federación Anarquista Ibérica (FAI), fundada en 1927, aunque no participó de las ideas violentas de este grupo. Apostó siempre por el sindicalismo en su acepción más genuina y creía que la revolución sería producto del movimiento “arrollador del pueblo en masa”. Desde mayo de 1931 alternó en la dirección del periódico Solidaridad, órgano oficial de la Confederación Regional, hasta 1933, con los también anarquistas Segundo Blanco y José María Martínez. En diciembre de ese año el periódico fue suspendido y la plana mayor de la CNT asturiana fue encarcelada. Desde la cárcel de El Coto, en Gijón, junto con otros compañeros anarquistas, se manifestaron partidarios de la formación, con la UGT y otras fuerzas políticas y sindicales proletarias, de la Alianza Obrera Revolucionaria, embrión de la revolución de octubre en Asturias. Fracasada ésta fue nuevamente encarcelado en El Coto, de donde se fugó con otros compañeros en mayo de 1935, y huyó a Francia. Regresó tras las elecciones de febrero de 1936. Al iniciarse la guerra civil asumió la dirección del Comité de Control de Prensa e Imprenta, dependiente del Sindicato de Artes Gráficas de la CNT, que confiscó y gestionó los tres periódicos gijoneses, La Prensa, El Noroeste y El Comercio, que reaparecieron los días 26, 28 y 29 de julio, respectivamente. Desde sus páginas, aleccionaba a sus camaradas anarquistas a aceptar algunas de las necesidades de la guerra, como la militarización, que tan contrarias eran al credo anarquista. A partir de enero de 1937 pasó a dirigir el periódico CNT, ya como órgano del anarcosindicalismo, hasta el 20 de octubre de 1937 en que cesó la publicación al caer Gijón en poder del ejército nacional. Se trasladó a Barcelona, donde también dirigió un periódico titulado CNT, hasta el final de la guerra en Cataluña, a comienzos de febrero de 1939. Pasó a Francia y fue recluido en el campo de refugiados de Argelés-sur-Mer, de donde consiguió huir a Marsella. En esta ciudad, en 1945, terminada la guerra mundial, dirigió el periódico Hoy, desde el que defendió la subordinación del exilio al interior y la continuación del aliancismo con las organizaciones socialistas, tesis asumida por el Subcomité Regional de Asturias, León y Palencia. Continuó su lucha desde el exilio, y falleció en Marsella (Francia), el 15 de abril de 1978.


Publicado en
: La Guerra Civil en Asturias, VVAA. La Nueva España / Cajastur, 2006.
Digitalización: El cielu por asaltu.

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